i hope my pony

la última boda

en una especie de neoclaustro en pleno valle de ricotta
prometiendo lluvias para un torrefacto sol sudoroso
maquillajes derretidos sobacos encharcados
teñidos acuosos lacas destruyendo ozono
y nosotros mas tarde que tarde

después

la comida

es posible no recordar nada de ella
bueno, si, que estaba buena y sabrosa
el vino, ídem, mejor el blanco de rueda -el rioja al límite-

todo fugaz
me toco los gemelos una y otra vez jugando con su redondez
parloteo y callo a partes iguales
mastico engullo trinco bebo y zampo
de vez en cuando lanzo mi mirada y respiro: vivan los novios! gritan.
en mi familia política se suceden las bajas
teces sonrosadas camisas desabotonadas fuera chaquetas
vasos vacios cada vez mas vacíos


ahora bailan los novios
se abre la barra libre
suena la abominable música obligatoria
ancianos de pelo azul bailan de forma tétrica
ancianos de pelo canoso se insinúan a jóvenes risueñas
jóvenes padres miran deseosos a señoras danzantes
estudiantes y camareras descarnadas
viejos amigos
deseo

solo líbido

mis primos políticos
las mujeres: el enemigo
ellos: rozadores profesionales – sin pasarse de la raya hoy –
se descomponen y desaparecen sin dejar rastro

en un momento dado
cambio de zapatos: fuera tacones, ahora chanclas
yo la acompaño
curiosa visita al aparcamiento
curiosos baños y parkings en estas bodas del S. XXI
narices rojas y mocos
corazones acelerados

me dicen – dónde vas?
ummm… una prueba: – a montar a caballo – digo
- has dicho CABALLO
- tu sabes quién es tom waits?
- ummm me suena – dice, pensando en tom jones
- pues tiene una canción que se llama “i hope my pony”
- ah, si?
-si.