endless

vivimos un modelo caduco
creyéndonos toda esa placenta de la esperanza de vida media
pensándonos infinitos
inmersos en tropelías sin substancia ni radio
y
en cambio
cada vez son menos las horas vividas
de un total de años cada vez más bajos y gordos
mucho recambio de tuercas para poco disparo y timbre
un rodar pusilánime entre retortijones de cláusula social
que avanza sin moverse
y folla sin apretar el culo
hasta que un día
que todos aspiran a creer satisfactoriamente inesperado
llega tu propio cáncer
por el cual no hay que preocuparse demasiado
ya que cada uno tiene el suyo y este no tiene porque tener las pinzas afiladas
y entonces el arrepentimiento es una careta extravagante
que no tiene donde sujetarse

un modelo es un modelo
y no hay que preguntar nada más
nuestros corazones son rojos
tus deseos son ordenes
y los glaciares nunca desaparecerán
solo serán más visitables

solo los recuerdos y el dolor y los recuerdos
parecen obligar a cruzar con la barrera bajada
los deseos incumplidos texturizados en arrugas
las bragas mojadas en leche de nube negra
el cariño anciano muerto en segundos
y al final la tristeza

está bien
intentaré estrujarme el pecho en busca de opciones
que puedas comprar en el mercado negro de la tristeza
pero al final sabrás que es mentira
que la única alternativa siempre ha comido de tu mano
envuelta en vendajes incómodos y rosales de baño

sal ahí fuera
ama todo lo que se deje ser amado
conquista los amaneceres y clávales tu sexo
es más fácil si tienes la ola de tu lado - y nunca me cansaré de repetirlo-
olvida la industria ciclomotora
amasa cada paseo junto a cada conspiración
cada sonrisa junto a cada pelo caído
y deshaz el puzzle cuantas veces necesites
incluso mójalo en el mar
pero al final sabrás que es mentira
que la única alternativa siempre ha comido de tu mano
envuelta en vendajes incómodos y rosales de baño
y que de infinitos el hombre no entiende nada.



Imágenes: Manfred Naescher (www.manfrednaescher.com)