oí que alguien decía
noche entera
apagar recoger
un vistazo por la ventana
luces ciudad tráfico y locos con regalos
una pausa
para mirar dentro de uno
tarareando canciones del último disco de devendra
explotando un grano en la barbilla
refrescando imagenes de anoche
papa katz y su semblante humor amarillo
josekar y sus cruentas luchas intestinales por el honor de una vespa
rogel lleno de mapaches en miniatura planeando el mayor incendio que haya conocido américa
pit erre y su mascota de ojos de nandrolona & pezuñas de esteroides
sergi vertiendo ascuas de ojo de lubina
un charles bronson de mirada vidriosa (por el tequila?)
jesus
y también reencuentros a borbotones queridos y no tanto
y la chica del anuncio de champú johnsons
y el proclaimer
y los no reencontrados
pero presentes en vísceras y nostalgia
suave como unos calcetines limpios
así toca a su fin
entre besos papales y abrazos sentidos hasta en tokio
deslizarse hasta la cama
dormitar caliente junto a ella un par de horas
enredando en su pelo mientras se sudan los alcoholes
con una media sonrisa bobalicona
y baba que mana
si,
hasta
una pequeña erección
sacude las sábanas
y proclama que la vida
tiene colores
tan intensos
como
el
amor